Este artículo es de mi pasión, por una tierra y estilo de vida; pero también de amor a la familia y al tiempo de compartir, participar y recibir experiencias de vida.
Desde Castro a San Vicente, desde Santillana a Potes (y Liébana / Año Jubilar Lebaniego 2017), desde Puente Viesgo (y Molledo / La Vijanera – Fiesta Año Nuevo) a Comillas … Cantabria infinita, infinita en sus valles, acantilados y rompeolas, en sus blasones y adoquines, en su conexión con la naturaleza, la fe y las tradiciones, en sus pueblos, en el rumiar de sus prados.
De infinitos pobladores, reino de las Asturias de Santillana, región de Reconquista, Santos (Monasaterio de Santo Toribio), Marqueses (Palacio de Sobrellano – Marqués de Comillas) y Reyes (Palacio de la Magdalena – Bahía de Santander)
Descúbrela en el arte, rupéstre (Altamira, El Castillo), románico (Santillana / Colegiata y Claustro), gótico y neogótico (Comillas / Cementerio; Cóbreces / Abadía-Monasterio e Iglesia);
de aventura (parque natural Saja-Besaya, cuevas de El Soplao, parque de Cabárceno) … en su gastronomía, inenarrable (delicatessen la Ermita), sobran las palabras.
Poder disfrutarla es siempre una evocación al buen gusto, la armonía y el sosiego; también en navidades.
PD. dedicado a Claudia: «sol, solito, caliéntame un poquito» y funcionó.